Recuerdos del primero de enero (las vivencias de El Jute)


1.

Celebraciones por que sí: la vida antes que el primero de enero, licor antes que bebidas aburridas, hermandad antes que cualquier falacia. El Hogar del Pequeño Bala nos abrazó a Lucas y a mí y la noche fue hermana y fue larga y fue bella. Debates como siempre, lagunas mentales -proveídos por alguna divinidad etílica-. 

2.

Entre Eurípides, Hauser y Chesterton; entre Poemas de Lorca, Alberti y Keats, y la imaginaria revisión exhaustiva de la obra completa de Borges en busca del "criollismo" que según uno de los miembros de El Jute existe en el autor argentino; mencionamos a la luz de los tragos a Henry, el camarero particular de los Viudos Negros en los cuentos de Asimov, quien resulta ser más inteligente y audaz que el grupo al que sirve en sus reuniones mensuales y secretas: entonces decidimos crear nuestro propio librero a quien no le dimos un nombre pero imaginamos moreno, apacible y "colocho", mucho más letrado que cualquiera y que como plus conocía a la perfección el "criollismo" en Borges. Los vecinos nos mandaron callar, fuimos a la gasolinera cercana en pos de solucionar el grave asunto de estar "secos", al regreso las copas se saciaron de nuevo y nuestra charla continuó a gusto entre los libros que nuestro amable y superior librero barajaba.

3.

Querido lector, todo fue bien hasta que alguien, no sé si Lucas o el librero, trajo a la mesa el artículo que Elena Salamanca redactó para el periódico digital "ElFaro.net", titulado "Pedazos de catedral", y así porque si, tras su lectura, me dio "mal trago", escribí algunas palabras incoherentes sobre el asunto en Facebook -de las que me di cuenta al día siguiente- y proseguimos a otros asuntos. Ahora que leí el artículo en condiciones normales debo decir que no tengo nada que refutarle, sin que deje de no gustarme su redacción y sin obviar que la lectura que la autora hizo sobre el problema si bien es correcta no es nueva y por lo tanto no es original -Lucas puede ilustrarnos sobre referencias anteriores-. 


4.

Llegó la hora de despedirnos del grato hogar del Pequeño Bala que quedó muy a gusto con su nuevo librero, parecía llegado de Siria. Lucas y yo cruzamos la noche, buscamos bebida, maldijimos antros cerrados y asuntos pasados, manchamos paredes,.. parecíamos una canción de Ismael Serrano.

5.

Esta noche escribo lo que vivo, no quiero intelectualizar, escribo porque la promesa de este primero de enero -y no justamente por honor a la fecha- fue no quedarnos callados. Hermanos, que esta repasar el corazón de los últimos días sirva para "r-e a-b-r-i-r" el debate en nuestro blog. Abrazos siempre al Jute entero.



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